Ya hace algunas semanas que vemos los puestos de castañeras en la ciudad. Olor a castañas calentitas que inunda las calles del centro, evocando momentos entrañables, cuando te las envolvían en cucuruchos de papel de periódico!.
Se modelan a mano con pasta de mazapán. Se pinchan una a una con una aguja larga o brocheta por la parte más ancha y se introducen en un baño de caramelo. Con mucho cuidado se van clavando con la parte más estrecha hacia abajo, en una plancha de corcho o similar que colocaremos en la mesa de trabajo, dejando que vuele para que cuelguen las castañas y caiga el caramelo sobrante.
Cuando se enfríen, cortamos los hilos de caramelo que se forman en la punta, y listas para comer.